Yo, cuando niño, era como un científico loco. Me encantaba hacer cosas que estuvieran interconectadas, que se comunicaran, que controlaran y tomaran decisiones y que, desde mi punto de vista en aquella época, pudieran cambiar el mundo. Hoy, estoy seguro de que Velki, a su modo, cambia el mundo. No necesitamos descubrir la cura para alguna enfermedad para cambiar el ambiente en que estamos. Las cosas sencillas, que afectan directamente la vida de las personas, ya lo hacen. Y este sueño comenzó a hacerse realidad en 2006, cuando nació Velki.
Con ella tengo la posibilidad de transformar en realidad ese sueño de niño y, más que eso, poder resolver problemas del mundo real con esas "pequeñas invenciones". Por ejemplo, en la producción de leche condensada, el sensor de temperatura auxilia inmediatamente al profesional, permitiéndole tomar decisiones y evitar que el producto se transforme en dulce de leche. Si eso llega a pasar, se obstruyen las tuberías por donde pasan el producto y se pierde mucho material. En algunos sitios hay problemas que ocurren desde hace 15 o 20 años, y que somos capaces de resolver en algunas horas. Este es nuestro propósito.
Además, el trabajo me permite conocer muchas empresas y entender profundamente cómo los clientes fabrican sus productos. Cada día aprendimos mucho en cada sitio que tenemos la oportunidad de conocer. Esa proximidad con el usuario es el feedback que necesito para comprender qué funciona y qué no funciona en lo que hago. Solo quien está en contacto directo con los productos Velki, en situaciones reales de uso, puede ofrecer las informaciones que necesitamos para mejorar, cada vez más, lo que vendimos. Así, volvemos a la empresa, hacemos la tarea de casa y entregamos un producto cada vez mejor, que facilita – todavía más – la vida del cliente.
Nuestra misión es resolver y facilitar la vida del cliente. Aunque parezca un lugar común, muchas empresas no lo hacen, o sea, no respetan lo que han escrito en el cuadro de “Misión, Visión y Valores”. En Velki, la atención debe de ser excelente, incluso en los casos en que el cliente haya cometido algún error – y lo sabe. Muchas veces los clientes me dicen: “Accedí a su sitio web y me han atendido rápidamente, de modo personalizado. Enseguida envié una cotización y me han respondido prontamente y, luego de concluir la compra, el producto llegó muy rápido.” Eso muestra la esencia de Velki: resolver los problemas de los clientes.
Hoy en día, no basta con esforzarse y tener ganas: hay que escuchar a su cliente, tener mucha empatía con su realidad y promover pequeñas acciones que nos diferencien. Tan solo de este modo alcanzaremos la excelencia como empresa.
Daniel Eller - CEO y FundadorSi quiere saber más, haga clic aquí y descargue la presentación de nuestra empresaSi quiere saber más, haga clic aquí y descargue la presentación de nuestra empresa
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